La pandemia de Covid-19 cambió el mundo. Miles de empresas quebraron y los empleados están desmotivados, y casi cuatro de cada 10 se sienten menos motivados en el trabajo desde la pandemia.
Ha habido una disminución en la productividad para la mayoría de las empresas, y los sectores que involucran el mayor contacto social son los más afectados.
4 claves para ayudar a que eso suceda
1. Ser empático
Los líderes eficaces necesitan comprender los sentimientos, las motivaciones y las emociones de los demás, especialmente de las personas que trabajan para ellos.
La empatía con los empleados es fundamental ahora que muchas personas se enfrentan a diversos desafíos como la ansiedad, el estrés y la adaptación a las nuevas condiciones laborales y la disminución de los ingresos.
Los líderes deben demostrar que son humanos.
2. Ser decisivo
La pandemia hizo imperativo que los líderes empresariales actuaran con rapidez.
Las situaciones pueden cambiar rápidamente y las empresas exitosas son aquellas que pueden responder rápidamente y adaptarse al cambio.
Los buenos líderes deben ser decididos y no reacios a asumir riesgos. Deben poder identificar, evaluar y valorar los riesgos mientras toman decisiones difíciles.
Los recursos durante la pandemia eran limitados, por lo que era importante que los líderes adoptaran un enfoque lógico y analítico para garantizar que las decisiones se tomaran no solo con rapidez, sino de manera reflexiva.
3. Reconocer y aprovechar las oportunidades
La pandemia también fue un período que vio un gran salto en las oportunidades nuevas y existentes.
La capacidad de reconocerlos en una crisis es vital.
Los líderes deben ser catalizadores agresivos e identificar oportunidades donde otros ven caos, confusión y problemas.
Estas oportunidades varían desde la expansión a mercados emergentes hasta la venta de nuevos productos y la adaptación de los servicios existentes, como que los restaurantes se reconviertan a comida para llevar.
4. Construir equipos efectivos
El liderazgo se trata de influir y motivar a las personas.
Los líderes deben promover el trabajo en equipo y fomentar el espíritu de equipo para garantizar que su personal coopere y colabore para trabajar juntos de manera efectiva.
Para hacer esto, los empleados deben confiar en quienes están a cargo.
Los líderes deben ser modelos a seguir que predican con el ejemplo; los empleados aprenden mucho de los buenos líderes, especialmente en tiempos difíciles.
Como todo, un liderazgo fuerte y eficaz requiere práctica.